Allí estabas, soledad (105) |
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La mañana perezosa asomábase despacio, porque una melodía quería elogiar su manto. Su manto de espumas de mar y vuelos de pájaro. Su manto de suaves silencios y tímidos cantos. Y SENTADA JUNTO A MÍ... ALLÍ ESTABAS SOLEDAD. Como fuerte compañía, te perdía entre mis brazos. Con mi gran melancolía jugaba a ponerte lazos. Lazos de papel que se escondían detrás de los pensamientos, de aquellos pensamientos que anhelaban sus abrazos. ¿Dónde estará? - te preguntaba. Dónde sus besos, dónde su cara. ¿Cuál de los vientos trae su perfume? ¿Cuál de los rayos trae su mirada? Y SENTADA JUNTO A MÍ... ALLÍ ESTABAS SOLEDAD. |